Probablemente se crea que la parte más difícil de ir al gimnasio es el cansancio físico. Pero quizá la parte compleja está en el acto de asistir a un lugar a ejercitarse. Esto es particularmente crítico para jóvenes que pasaron casi dos años encerrados por causa de la pandemia de la covid-19.
Para la mayoría de los integrantes de la Generación Z (nacidos entre 1994 y 2006), la apariencia física es una gran preocupación y por eso la cuarentena no la detuvo para continuar ejercitándose. Muchos entrenaban con videos de YouTube como la famosa influencer “Chloe Ting”, que era tendencia entre las chicas adolescentes. Sin embargo, haberse ejercitado sin tener que interactuar con otros alimentó el aislamiento y, tras el levantamiento de las medidas de confinamiento, la idea de ir al gimnasio introdujo cierta incomodidad y hasta ansiedad.
En un sondeo informal en redes sociales realizado por LA GACETA se les preguntó a jóvenes tucumanos cómo manejaba su relación con el gimnasio, es decir, con "la mirada del otro". Las principales inquietudes que aparecieron fueron: “¿qué pasa si no sé que hacer al llegar?”; “y si hago mal un ejercicio, ¿la gente se reirá de mi?”; “¿me van a estar mirando por ser nuevo en esto?”; “tengo miedo de cruzarme a alguien que conozca, ¿quién estará en el gym cuando llegue?”.
Un denominador común de las respuestas es que la ansiedad tiene como raíz el desconocer las reglas sociales que no se dicen, pero existen de manera implícita, en el gimnasio.
Solana Rosznercki tiene 20 años y retomó la ejercitación recientemente. “Al comienzo me daba mucha ansiedad y tenía dudas. Lo que más me preocupaba era cruzarme a gente conocida en el gimnasio”, dice. Pero comenta que, después de un mes, estos miedos habían desaparecido y que a veces sólo es cuestión de exponerse a lo que causa inquietud.
Florencia Eichele, estudiante de Ciencias de la Comunicación de 21 años, tenía un miedo parecido al de Solana. “Lo que más me daba vueltas por la cabeza era pensar ‘no sé quién va a estar ahí’”, dice.
Una historia de superación
Irina Álvarez entrena hace tres años. Esta joven de 23 años empezó el gym con una amiga para dar batalla juntas al miedo hacia lo desconocido. Al poco tiempo, su amiga dejó de ir e Irina tuvo que enfrentarse a las inquietudes en soledad. Lo que ella se planteó fue: “el objetivo es mío, la decisión es mía y la que tiene que hacer algo soy yo. No puedo estar esperando que alguien me acompañe”. Y agrega: “saqué todas las ganas que tenía de hacer un cambio en mi cuerpo y con esa fuerza pude encontrar la motivación que necesitaba”.
Con este cambio de estilo de vida pudo hacer grandes cambios en su salud. Bajó 53 kilos y hoy en día es mucho más fuerte que antes. Hasta pudo batir el récord con el ejercicio de peso muerto: llegó a levantar hasta 95 kg.
Actualmente el gimnasio es una gran parte de su vida, e Irina suele compartir sus logros y recetas saludables en las redes.
Entonces, ¿cómo superar esta ansiedad?
Un consejo de Florencia para aquellos a los que la ansiedad realmente les imposibilita ir al gimnasio es comenzar un deporte en equipo, como el vóley. De esta manera te vas a poder sumergir en un ambiente en donde todos comparten un objetivo: ganar como equipo. Además, si vas a un nivel para principiantes, ya tenés asegurado que vas a estar “en la misma” que tus compañeros, algo que quizás puede brindarte un gran alivio.
Igualmente, la estudiante resalta que el camino para quien apenas comenzó el gimnasio tiene sus altibajos: pueden pasar meses y un día cualquiera reaparecen las mismas dudas y miedos. Ella le hace frente a eso programando su entrenamiento a la mañana temprano. De esta manera no tiene mucho tiempo para pensar en esas inseguridades y se siente empujada por la disciplina.
Irina, por otro lado, subraya que el miedo de que los otros te estén mirando y juzgando sólo existe en tu cabeza. "No es parte de la realidad", apunta. Un ejercicio mental que podrías hacer la próxima vez que vayas al gym y te encuentres angustiado por este pensamiento es el siguiente: hacé una serie de un ejercicio y, al finalizar, intentá recordar tres personas que hayan pasado por tu campo visual. ¿Te acordás lo que tenían puesto? ¿Los juzgaste en tu cabeza? Lo más probable es que esa respuesta sea "no". La prueba sirve para entender que la psicología de las personas que te rodean en el centro de entrenamiento funciona igual, es decir, todos están muy concentrados en “la suya”.
La alimentación
Solana, Florencia e Irina mencionaron que entrenar, además de mejorar todos los aspectos de su vida, como el humor y la disciplina, también tiene un gran impacto en su alimentación.
“Sentís que tu cuerpo por sí sólo te empieza a pedir comidas más sanas, a tomar más agua y a ingerir más proteína para calmar el hambre”, expresa Eichele.
Las jóvenes enfatizaron la importancia de informarse sobre la nutrición y el ejercicio, al menos al comienzo, con un profesional de cada área. De esta manera se puede comprender más la importancia de cada grupo de alimentos y de lo que necesita el cuerpo. Este es el punto de partida de algo muy preciado a largo plazo: la conquista de una vida saludable.
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